El Cuento Sueña con ser Surrealismo
Levantada de su cama, sentada inmóvil con su cabello rozando el pecho, mira hacia su ventana de añejadas y traslucida cortinas, jugando a ver mas allá de esas nubes grises que no quieren ser tormenta de esta lujuriosa primavera.
Los aplausos comienzan a ensordecer la ciudad, mientras que la ventana ruega ser cerrada, ella simplemente se desploma en el mullido colchón, tapando su rostros con la sofocante almohada.Grita con una fuerza débil, Grita con un aire húmedos en sus pulmones, pero no deja de gritar. A lo distante dos cuadros perfectos, con miradas fantasmales, la observan sigilosamente. Se preguntan si quizás, sus alaridos pequeños son de alegría, o claman ayuda.
Con sus ojos cerrados, olvidando todo aquello que rodea a una realidad indeseada, intenta desaparecer su habitación, comenzando por las paredes. Sucede que el transcurso de los días complicaron cada latir de su sonrisa.
Paredes grises de triste humedad se desmoronan bruscamente, nacen plantas abundantes y pájaros disipan a la muchedumbre. Hace años sus manos dejaron de acariciar. La ternura navego en una furiosa corriente de lágrimas, todo por amar tanto a un cuerpo diminuto.
El extraño paisaje la alegra, aire puro, arboles magníficos, y cuadros colgados que no pueden desaparecer del escenario de ausencias. Es eso lo que hace doler su interior, la ausencia de secretos mudos, ojos azules brillando en la oscuridad, pasos galantes... y justo en este día, cuando los aplausos se confunden con una lluvia prematura.
Abre los ojos abrumada, el dolor de su cabeza la hace sollozar:
- Hay cosas que no se pueden desaparecer- su voz anudada pide descanso o desahogo.
Suena a los lejos un timbre ronco, ella calza a sus pies y camina hacia una puerta que se disfraza de muralla separadora, entre personas que en su mente son simples gotas y una realidad imposible de creer. Posa su mano en la manija y la abre sin dudar:
- Que mas buscan de mi?- pregunto quejosa, disgustadas de no sentir la fuerza de horas anteriores
- Señora, todos nosotros queremos darle nuestro mas sentido cariño. Agradecerle cada ayudada que nos ha dado...
- Si ustedes supieran como termina esto, sinceramente hoy estarían viendo llover en cada ventana.
Aunque en mi mente no termine de esta forma (y la longitud me obligue a colocar otro final y mil dos retoques... Fue una entrega dolorosa y no se el porque. En fin, el titulo lo explica.
Los aplausos comienzan a ensordecer la ciudad, mientras que la ventana ruega ser cerrada, ella simplemente se desploma en el mullido colchón, tapando su rostros con la sofocante almohada.Grita con una fuerza débil, Grita con un aire húmedos en sus pulmones, pero no deja de gritar. A lo distante dos cuadros perfectos, con miradas fantasmales, la observan sigilosamente. Se preguntan si quizás, sus alaridos pequeños son de alegría, o claman ayuda.
Con sus ojos cerrados, olvidando todo aquello que rodea a una realidad indeseada, intenta desaparecer su habitación, comenzando por las paredes. Sucede que el transcurso de los días complicaron cada latir de su sonrisa.
Paredes grises de triste humedad se desmoronan bruscamente, nacen plantas abundantes y pájaros disipan a la muchedumbre. Hace años sus manos dejaron de acariciar. La ternura navego en una furiosa corriente de lágrimas, todo por amar tanto a un cuerpo diminuto.
El extraño paisaje la alegra, aire puro, arboles magníficos, y cuadros colgados que no pueden desaparecer del escenario de ausencias. Es eso lo que hace doler su interior, la ausencia de secretos mudos, ojos azules brillando en la oscuridad, pasos galantes... y justo en este día, cuando los aplausos se confunden con una lluvia prematura.
Abre los ojos abrumada, el dolor de su cabeza la hace sollozar:
- Hay cosas que no se pueden desaparecer- su voz anudada pide descanso o desahogo.
Suena a los lejos un timbre ronco, ella calza a sus pies y camina hacia una puerta que se disfraza de muralla separadora, entre personas que en su mente son simples gotas y una realidad imposible de creer. Posa su mano en la manija y la abre sin dudar:
- Que mas buscan de mi?- pregunto quejosa, disgustadas de no sentir la fuerza de horas anteriores
- Señora, todos nosotros queremos darle nuestro mas sentido cariño. Agradecerle cada ayudada que nos ha dado...
- Si ustedes supieran como termina esto, sinceramente hoy estarían viendo llover en cada ventana.
Aunque en mi mente no termine de esta forma (y la longitud me obligue a colocar otro final y mil dos retoques... Fue una entrega dolorosa y no se el porque. En fin, el titulo lo explica.
