Se reflejaba la fría noche en tu ojos melancólicos
la nieve de tus besos anidan en el recuerdo
una brisa me sumerge
- de a sorbos- en tus sueños
y me pierdo en la noche
los sueños.
Con la mirada fija en un punto invisible
otro amanecer sin sentir
su tenue rostro se aleja, entre vientos y tormentas
su tenue rostro se aleja, vientos y tormentas tornan a exigir la débil llama que aun vive en mi, avivada por el fuego de esa mirada tan tuya, tan lejana y triste...
después nos deprimimos
Vanesa, Ezequiel, Flor
2 comentarios:
Maravillosa creación de a tres... supngo que era inevitable deprimirse despues, no?
Besos
Lo inevitable es lo evitable antes de tomar cerveza.
Quizá para la proxima, la eufonía de sus palabras me deje una alegría y no éste dejo de tristeza.
Me gustó, y va a gustarme más.
Un abrazo.
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