martes, febrero 27, 2007

Verte y Matarte



Te Detendré Para Tomar Un Respiro Sabor a Angustia



A
la altura de mis ojos; derecho,espectral, intimo y tímido estaba el regreso , el encuentro de un sentimiento luctuoso que, sin querer o sin esperar, vino de huésped negado a un recibimiento. Sus ojos de fuerte rojo decidió demostrar un camino distinto de verdes, celestes y rosas, engañando a ese saber interno que duda insensiblemente a la verdad, ingresa al lugar donde nunca debió salir apurado e inquieto sin escusas fijas.
La muñeca que tanto amaba seguía esperándolo en ese altar de madera, cambiando el color de sus ojos mientras el momento de cariño y atención iba tomando lugares mas cercanos a un tiempo de plástico. Esta vez estaban azules y con retoques de peluquería en su largos cabellos de rubio intenso, simplemente notificando al entorno familiar del muchacho que llegaría sin prisa, sin reloj, sin suspiros y , como siempre, sin besos de buen día que no afectaría a su hambre matinal.
Cuando una gota de agua se dejo derrumbar en la mano de Mercedes y un conjunto de " Te extrañamos" invadieron su mente, llego a la conclusión de que quedaba un delicada espera de horas extensas: Que tocara el timbre y llegara con su nuevo bisnieto rodeado de fantasías inconclusas para todos.




Para Eze con mucho cariño, tiempo y dedicación.
Se que no lo va a entender nadie pero no queda más que hacer.















1 comentario:

Nicolás dijo...

no siempre escribimos para que nos entiendan... tal vez nosotros mismos somos los que nos queremos entender...
en eso se encuentra el sentido de todo esto...

besoooteeee!!!